- 26/03/2024
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La importancia del perfeccionamiento de la profesión docente
Por María Eugenia Gutiérrez (*) –
En los tiempos que corren es fundamental repensar y examinar la profesión docente, perfilando al educador para la actualidad y para las generaciones venideras.
Una de las primeras características de la profesión docente en estos tiempos, tiene que ver con la preocupación por prepararse en los nuevos saberes, lenguajes, formas renovadas de comunicar contenidos y tecnologías que emergen con un rápido avance de nuevos conocimientos e interculturalidad. En este aspecto, la capacitación permanente se convierte en una condición de posibilidad trascendental y hace al prestigio social de los profesionales.
Otro de los rasgos de este nuevo formato de docencia es el de investigar sobre su práctica, convirtiendo las aulas en laboratorios, en las cuales problematicen, vean claros las dificultades de las Instituciones Educativas, replanteen estrategias didácticas y se pongan arriba de la mesa la necesidad de actualizaciones curriculares atentas a las nuevas necesidades. Para que se concrete este aspecto hay que contar con ciertos datos, registros de las tareas vinculadas a los alumnos y la necesidad de resolución de ciertas inquietudes. Si como docentes no investigamos nuestras prácticas y cómo responde el alumnado a las nuevas estrategias, puede suceder que estemos realizando un trabajo desenfocado para atender a las necesidades del contexto y del alumno actual.
Otro aspecto interesante es el conocer en profundidad cómo se aprende, como se relaciona la motivación y lo que se aprende, mantener la atención de los estudiantes y los resultados. Habrá que recuperar conceptos de la Psicología de la Enseñanza, que estudiamos en el profesorado, como gran apoyo para organizar, regular y ponerle dinámica a nuestras clases y de la neurociencia, que ha arrojado datos que dan luz al entendimiento sobre cómo se dan los procesos de aprendizaje y cómo influye la cultura tecnológica nuestro cuerpo a la hora de aprender.
Trabajo en equipo y liderazgo son características en la agenda del educador para no caer en la improvisación. También debe pensarse el docente y su vinculación con las Nuevas Tecnologías de la Comunicación y la Información, acompañando a los estudiantes con sus diferentes tiempos y ritmos especiales de cada uno y de los grupos, poniéndose a tono en estos nuevos escenarios y maneras de aprendizaje. El trabajo en equipo con otros docentes es facilitado por las redes sociales y las tecnologías creando nuevos escenarios aprendiendo de los compañeros de ruta y construyendo mancomunadamente, los saberes.
Si pensamos en la sociedad actual, muy relacionada con el consumo comercial y el acceso a la información, es necesario acercarse a otras facetas de los estudiantes, que tienen que ver con el ser y sus relaciones. No es posible concentrarse sólo en el aspecto intelectual sino también en lo afectivo, expresivo y moral, es decir, el desarrollo integral de este nuevo estudiante. El arte, la solidaridad, la empatía las prácticas de convivencia, el deporte, la compasión, el sentir es en definitiva todo un desafío para la formación integral y el trabajo docente transversal.
Lo que da sentido a la profesión docente es su labor, su capacidad y tesón que dará luz a las mejoras necesarias en condiciones generalmente adversas.
Fuente: Universidad de La Salle. Desafíos para la docencia.
(*) Docente, exsecretaria de Educación
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 894 del 25 de marzo de 2024