La retención de los estudiantes

Por María Eugenia Gutiérrez (*) –

Es momento para mejorar la capacidad de retención de las Instituciones Educativas, nos referimos aquí a conservar la permanencia de los alumnos en toda su trayectoria escolar obligatoria. Esta meta fundamental no sólo exige acciones compensatorias focalizadas, sino que requiere propuestas en las aulas que aseguren que los alumnos aprendan lo que se les enseña, mejorar la calidad educativa implica también mejorar la retención. Podemos partir de la consideración de que la deserción escolar es el último eslabón en la cadena del fracaso escolar. Antes de abandonar, el alumno probablemente haya repetido más de una vez. En consecuencia, para comprender el abandono, se debe analizar más detenidamente la repitencia, ya que es la mayor causa de deserción escolar, un repitiente tiene alrededor de un 20% más de probabilidades de abandonar el sistema escolar.

Promover una escuela que trabaje a partir de la creatividad, la originalidad, en proyectos cooperativos, priorice lo estratégico sobre las reglas definidas para resolver un problema, desarrolle acciones reflexivas ante respuestas mecánicas, genere colectivamente alternativas ante problemas reales y la participación creciente de los alumnos en la toma de decisiones, constituyen un principio en el accionar para la mejora.

Las diferentes metodologías o enfoques son complementarios, la atención, la motivación, las habilidades para leer y escribir, se pueden potenciar la mayor parte de las veces con la interacción. Somos conscientes que una sola estrategia no pude llevar al éxito en los aprendizajes, ni prevalecer una sobre la otra.

Muchos alumnos presentan dificultades para permanecer en la escuela; en la mayoría de los casos, está condicionada o asociada con: bajo rendimiento, repitencia o ausentismo reiterado, ingreso tardío, deserción temporaria, sobre-edad. Podría decirse entonces que nos encontramos frente a problemáticas que colocan a los alumnos en situación de «riesgo educativo”; el cual no es exclusivamente atribuible a factores externos (carencias económicas, marginación social, etc), también la propuesta pedagógica y la organización escolar pueden colaborar o no con la permanencia de los alumnos en las Instituciones. La exclusión es, a menudo, el resultado de una combinación de factores escolares y extraescolares.

Si las causas de todo el problema se colocaran enteramente fuera del ámbito de la escuela y de la actividad de los docentes, ninguna respuesta pedagógica sería válida, ya que desde la escuela es posible mejorar los niveles de retención y promoción de los alumnos. Para ello será necesario formular estrategias específicas destinadas a posibilitar que se completen en forma exitosa los estudios. Decimos esto porque el concepto de retenciónno se refiere únicamente a la permanencia de los alumnos en las aulas, sino a la capacidad del sistema educativo y de cada escuela de garantizar la terminación de ciclos y niveles en los tiempos previstos, y asegurar el dominio de las competencias y saberes correspondientes.

Las escuelas que pretenden retener enfrentan fundamentalmente un desafío pedagógico que deberán dimensionar institucional y contextualmente, proporcionando las herramientas que fomenten que los aprendizajes de los alumnos alcancen el máximo potencial.

Fuente: Estrategias de aprendizaje para el aprendizaje y para la retención. Còrdoba.

(*) Docente, exsecretaria de Educación


Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 906 del lunes 15 de abril de 2024