El Río San Juan trajo más agua de lo que se había pronosticado

Un informe del Departamento de Hidráulica revela que en el año hídrico que acaba de finalizar hubo un 1,7% más de caudal de agua de lo que se había calculado.

No es mucho pero al menos es una cifra mejor a la que se había estimado. Según un informe del Departamento de Hidráulica dado a conocer hoy revela que en el año hídrico que finalizó el 30 de septiembre pasado, el Río San Juan trajo 1.010 hm3, un 1,7% por encima de lo que el organismo había estimado, que fueron 993 hm3.

La importancia de conocer las cifras del comportamiento del Río San Juan es porque el pronóstico hídrico constituye uno de los estudios más esperados por los productores de la provincia, quienes tienen al agua como insumo básico de su actividad económica, que es la producción agrícola. Además, en tiempos de crisis hídrica como el actual, saber cuánta agua traerá el río es una información fundamental para planificar estrategias de distribución en el siguiente ciclo.

El informe fue elaborado por el equipo técnico del Departamento de Hidráulica, que evaluó el comportamiento del Río San Juan durante el ciclo 2022-2023 que finalizó el 30 de septiembre pasado, en comparación con el pronóstico presentado en octubre de 2022.

Al final de ese año hídrico, que vino justo atrás del ciclo con menor escurrimiento de la historia (2021-2022), los especialistas contrastaron el pronóstico que elaboraron el año pasado con lo que concretamente escurrió.

Esta comparación sirve a los fines de ajustar las variables y afinar los parámetros de medición para obtener un pronóstico cada vez más preciso.

Lo que ocurrió fue que la diferencia entre lo observado y lo pronosticado es del 1,7%. El derrame pronosticado por Hidráulica al 30 de septiembre de 2023 fue de 993 hm3. En tanto que el valor escurrido, observado y medido en la estación de aforo del kilómetro 101 fue de 1.010 hm3.

Para elaborar el informe, los técnicos cuentan con la información telemétrica satelital de las 7 estaciones nivometeorológicas que tiene el organismo en la cordillera. Estos hitos se ubican en valles donde están definidas las secciones nivómetricas representativas de cada subcuenca. Allí se registran, miden y transmiten diversos parámetros de la nieve precipitada durante la temporada invernal en puntos estratégicos en relación a los dos ríos más importantes de la provincia y sus afluentes. Se trata de los ríos San Juan y Jáchal.

Luego, una vez al año, se realiza el estudio más importante para esta medición que es el cateo, que consiste en la medición de la densidad de la nieve tomando in situ, la altura y el peso con la ayuda de un tubo nivométrico (instrumento metálico equipado con un manillar que cuenta con ranuras graduadas), en diferentes puntos a lo largo de una línea representativa de la sección nivométrica. Posteriormente, esa información se edita, se revisa y mediante fórmulas estadísticas y matemáticas -más información histórica-, se calcula el derrame del próximo ciclo y su distribución mensual.

Para este año, el vuelo en el helicóptero para hacer el cateo está previsto para el viernes.