• 16/04/2024
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El mundo en vilo

El mundo en vilo

Se espera saber la reacción de Israel.

Estados Unidos los apoya, pero les pide que no escalen el conflicto.

Milei juega con cartas muy pesadas.

El gobierno iraní debía responderle a Israel el ataque en Siria el 1 de abril pasado, en el que atacaron la embajada del país árabe en Damasco y mataron a un general de alto rango, a su número dos y a otros asistentes.

Lo hicieron el sábado con 300 drones, para que quede en claro el profundo malestar que tenían. Y lo anunciaron con el suficiente tiempo para que pudiesen actuar las defensas israelíes.

Irán da por acabada la operación de respuesta contra Israel por el ataque a su consulado en Damasco. «El domingo por la mañana anunciamos públicamente que la operación ha finalizado y que no se necesitan más acciones punitivas» contra Israel; sin embargo, «el resto depende del agresor: si reacciona o realiza una segunda respuesta contra Irán, seremos mucho más duros», advirtió este lunes el embajador de la República Islámica de Irán en Madrid, Reza Zabib.

Se han producido contactos del ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, con sus homólogos de varios países, entre ellos Rusia, Qatar, Arabia Saudí y la Unión Europea. En estos contactos, Abdolahian pide que le aconsejen a Israel que no sigan pero amenazan que la respuesta sería «aún más fuerte» en caso de espiral israelí.

Teherán amenazó a cualquier país que apoye a Israel en el presente enfrentamiento recibirá una «respuesta decisiva» en un gesto que deja claro el potencial explosivo que tiene esta escalada, que amenaza con sumir a toda la región en una guerra abierta de consecuencias catastróficas.

Fue el propio ministro de Defensa iraní, Reza Ashtiani, quien instó a las naciones del entorno a «no abrir su espacio aéreo o dejar que su territorio» sea usado para atacar a Irán, algo que considerarán como un motivo suficiente para incluirlos entre sus enemigos.

Varios medios regionales indicaron que pese al apoyo irrestricto que ha declarado Estados Unidos hacia Israel, tanto Catar como Kuwait han expresado su total oposición a que Washington use las bases militares que tiene en esos países para asistir a cualquier operación militar de Tel Aviv contra su adversario iraní.

La acometida de Teherán estuvo secundada por el lanzamiento de cohetes y drones por parte de Hizbulá y las fuerzas Huzis de Yemen, que se apresuraron a apoyar a su mentor militar, lo que abre también la puerta a que el régimen iraní movilice a los grupos aliados que tiene Líbano, Irak y Siria, en el caso de que esta crisis derive en conflicto total.

Ahora se espera a Israel

El Ejército israelí asegura que se ha interceptado la gran mayoría de los más de 300 drones y misiles lanzados por Irán. Teherán lanzó 170 drones, más de 30 misiles de crucero y más de 120 misiles balísticos, según el contralmirante Daniel Hagari, que valoró la respuesta israelí como «un éxito estratégico muy significativo». Varios misiles balísticos alcanzaron territorio israelí y causaron daños menores en una base aérea. E incluso el país ha reabierto su espacio aéreo.

El presidente Benjamin Netanyahu dijo en Twitter: «Ganaremos«. Previamente, se había dirigido al país afirmando que el ejército estaba «preparado para cualquier escenario». Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en una declaración grabada en vídeo este domingo apuntó: «El enfrentamiento aún no ha terminado». Netanyahu añadió un mensaje repetido estos días en su país: «Quien nos hace daño, le hacemos daño».

Estados Unidos quiere evitar un conflicto mayor

Joe Biden quiere evitar a toda costa que el conflicto militar entre Irán e Israel derive en una guerra a gran escala en Oriente Próximo. Lo dejó de manifiesto en una reunión con los miembros del G-7, celebrada este domingo, en la que pidió «una respuesta diplomática urgente» y un día antes en una llamada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la que le comunicó que Estados Unidos no tiene intención alguna de participar en una contraofensiva contra Irán.

El presidente estadounidense, acompañado por su secretario de Estado, Antony Blinken, el coordinador para la región de Oriente Próximo, Brett McGurk y su jefe de gabinete, Jeff Zients, participó en una cumbre virtual desde la Casa Blanca en la que sus miembros condenaron de forma unánime «el ataque sin precedentes de Irán contra Israel». Señalaron, además, que «todas las partes deben actuar con moderación. Continuaremos con todos nuestros esfuerzos para trabajar hacia la desescalada. Poner fin a la crisis en Gaza lo antes posible, en particular mediante un alto el fuego inmediato, marcará la diferencia».

Biden confía en que el mensaje «constructivo» enviado desde la reunión del G-7, presidida por Italia y en la que participan Canadá, Francia, Japón, Reino Unido, Alemania y la Unión Europea, sea suficiente para apaciguar los ánimos en la región y convencer a Netanyahu de que no es necesaria una respuesta militar contundente que desemboque en un conflicto aún más grave.

El Gobierno ratificó su respaldo a Israel

El vocero presidencial, Manuel Adorni, ratificó hoy la postura del Gobierno de respaldar a Israel frente a la escalada de la tensión en Medio Oriente por el ataque de Irán, y sostuvo: “No consideramos que ponernos de frente a un problema que tiene el mundo nos haga ser un blanco, o cambie la situación de un país que ya tuvo dos atentados”.

Adorni explicó el rol que tuvo el embajador israelí Eyal Sela en la previa de la reunión del comité de crisis, que se desarrolló anoche, encabezada por el presidente Javier Milei.

“El embajador no participó de la reunión de gabinete. Hubo una reunión previa con él, donde hizo una exposición breve. No correspondía que participe de la reunión de gabinete porque es un tema que nos correspondía discutir solo a las autoridades de la Argentina. Terminó de exponer y se retiró de la casa de gobierno”, indicó.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió bajar el nivel de alerta de «naranja» a «moderado» en el país por el conflicto entre Irán e Israel, pero se mantienen los controles reforzados en puntos clave. Bullrich sostuvo que se trataba de una cuestión de estrategia en la relación con el país norteamericano.

En simultáneo, la Cancillería ordenó reabrir las embajadas argentinas en Israel, Irán, El Líbano y Siria, luego de que el sábado por la noche se decidiera cerrarlas por el alto riesgo.

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