Con la crisis cambió la dieta de los sanjuaninos

Está cayendo la calidad de los alimentos que consume la gente por la situación económica.

Una de las consecuencias que está teniendo la crisis económica y la pérdida de poder adquisitivo de la gente es que está cayendo la calidad de los alimentos que consumen los sanjuaninos, porque son menos sanos, y por otro lado que están creciendo los canales informales para adquirir los productos, como ocurre con el pan.

“Lo que está pasando es que se come poco y mal”, dijo Laura Vera, de la Asociación de Amas de Casa del País. Y agregó que “en lugar de consumir alimentos más sanos, ahora en muchas casas se comen más papas, arroz, semola y fideos que, sin bien han tenido aumentos de precios, sirven para llevar un plato de comida a la mesa”.

Según los últimos informes periodísticos, y debido a que a la gente cada vez le alcanza menos el dinero, ha caído, por ejemplo, el consumo de carne. De acuerdo a datos oficiales, en marzo el consumo per cápita fue de 42,6 kilos, lo que marca una caída del 18,5% en relación al mismo mes del 2023.

“A la gente ya no le alcanza para comprar carne”, explicó Vera. Y a otro fenómeno al que se refirió fue que a la leche, a pesar de en muchas casas por supuesto que se han dejado de comprar primeras marcas, la reemplazan por mate cocido o te.

Por supuesto que este comportamiento, de persistir en el tiempo, va a tener consecuencias en la nutrición de los chicos.

Sin embargo hay otros comportamientos que no son tan perjudiciales para la salud. Por ejemplo, el consumo de verduras y frutas de estación, que son más económicas que el resto.

Vera contó que en esta época se pueden conseguir acelgas, zapallitos y calabacines a buenos precios. Lejos de productos como la lechuga, que puede superar los 1.000 pesos la planta, o el kilo de tomate, que puede llegar a superar los 2.000 pesos porque cuando vienen los fríos no hay producción sanjuanina y hay que traer el producto del norte, con lo cual se encarece con los fletes.

Frente a la ausencia de la ensalada de tomate en la mesa, Vera contó que una opción muy utilizada es la salsa de tomate.

Junto a una menor calidad de los alimentos, también han crecido los canales informales para comprar. El ejemplo más claro es el pan. En lugar de comprar en las panaderías tradicionales, que tienen procesos industriales, la gente compra a quienes amasan en los mismos barrios. Los precios son inferiores porque los costos de la elaboración son menores al del panadero que tiene que abonar alquiler, sueldos, cargas sociales y servicios.

También proliferan los negocios que venden, por ejemplo, detergentes y artículos de limpieza en forma fraccionada.

Para el licenciado Eduardo Coria Lahoz, de la Fundación para el Desarrollo Global, lo que está produciendo es el efecto sustitución, que es cuando la gente reemplaza un producto por un bien parecido, pero de una calidad menor, como ocurre con las gaseosas. “El poder de compra de los argentinos ha caído un 40% en lo que va del año”, explicó.