• 24/10/2023
  • 5 de minutos de lectura

Tiempos de incertidumbre, ansiedad y esperanza

Tiempos de incertidumbre, ansiedad y esperanza

Por María Eugenia Gutiérrez (*) –

La educación es un derecho humano fundamental que, como herramienta potencial, permite luchar contra la marginalidad económica y cultural, superar las desigualdades y garantizar un desarrollo sostenible. Sin embargo, encontramos 244 millones de niños y jóvenes en el planeta no escolarizados, ya sea por razones económicas, sociales o culturales, siendo que el derecho a una educación de calidad se encuentra en el marco de la Declaración de los Derechos Humanos y de otros instrumentos normativos internacionales, que son el resultado del trabajo conjunto de las UNESCO y las Naciones Unidas.

La educación es en sí misma un derecho emancipador, con poder transformador y debe cumplir con los indicadores de progreso a escala internacional en la Agenda de Desarrollo Sostenible. En los tiempos que vivimos en el ámbito mundial y especialmente en el País, Región y Provincia, no podemos predecir, más allá de las plataformas electorales en lo que hace a Educación, qué ocurrirá verdaderamente, y esto puede ser motivo de cierto grado de angustia o tensión. La falta de certeza implica la imposibilidad de describir el estado real de la Educación, por lo que la información a toda la comunidad resulta imprescindible para conocer las proyecciones de los responsables de esta área sobre el futuro, ya que es fundamental para lograr el desarrollo sostenible.

Tal cual lo realiza UNESCO, es necesario, movilizar y desarrollar alianzas en los diferentes niveles de trabajo y específicamente en la escolarización y terminalidad de los niños en las escuelas, proteger y promover el derecho a la educación mediante campañas de comunicación, así la promoción y financiamiento a las investigaciones y estudios sobre los componentes específicos de este derecho, como la educación preescolar, la educación superior y el aprendizaje digital.

Ante esto, los desafíos principales son poner énfasis en la calidad de vida, valorar más el presente, educar para el ahora, educar para el cambio y generar un educando distinto cuyas características principales serían la flexibilidad, la inclinación hacia la democracia, la justicia y la seguridad.

La Lic. Liliana González nos invita a pensar:

¿Qué nos pasa como humanidad que no estamos pudiendo tutelar y proteger a los más chicos? ¿Por qué tanta ausencia de Estado? ¿Por qué niños con hambre, caminando kilómetros para ir a la escuela?, ¿Por qué semejante golpe a la escuela pública? Escuela que nació como el lugar donde podíamos, como sociedad, volcar los sueños de futuro. Lugar donde los que nacían casi con un destino predeterminado, pasando por la escuela vislumbraban un futuro a pesar del peor de los pasados.

Enorme deuda con la niñez, con esa niñez que sale a trabajar o los que se encuentran a la buena de las pantallas, perdiendo entre otras cosas el juego creativo con otros, comunicarse, convivir.

Tremenda responsabilidad del sistema educativo si no ofrecemos a nuestros niños y jóvenes una escuela que se acerque a sus vidas, que deje marcas que tengan que ver con la libertad y con la apertura a los mundos posibles”.

Fuente:Liliana González: “La escuela nació como socia educativa de la familia”; UNESCO, 2023


(*) Docente, exsecretaria de Educación

Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 817 del 23 de octubre de 2023

Noticias Relacionadas

La retención de los estudiantes

La retención de los estudiantes

Por María Eugenia Gutiérrez (*) – Es momento para mejorar la capacidad de retención de las…
El foco en la Alfabetización

El foco en la Alfabetización

Por María Eugenia Gutiérrez (*) – De la constante preocupación por los resultados de los aprendizajes…
La importancia del perfeccionamiento de la profesión docente

La importancia del perfeccionamiento de la profesión docente

Por María Eugenia Gutiérrez (*) – En los tiempos que corren es fundamental repensar y examinar…