Inversión y Educación

Por María Eugenia Gutiérrez (*) –

La inversión en las escuelas de gestión estatal debe ser mayor en función de todos los informes nacionales e internacionales que nos indican las tazas de abandono y repitencia, incorporando marcadas acciones que puedan mejorar el difícil momento por el que pasa la Educación a razón de las realidades sociales que marcan grandes porcentajes de alumnos cuyas familias se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Resulta así necesario concentrar mayor apoyo educativo, centralizar recursos materiales y humanos para equilibrar insuficiencias que derivan de la vulnerabilidad de aquellos que menos tiene en sus casas

Ya hemos dedicado otros escritos a lo que significa el abandono de los jóvenes que deben terminar de cursar la Educación Secundaria Obligatoria, causando inseguridad laboral, baja autoestima, falta de oportunidad para el progreso. Por el contrario, pasar más tiempo en la escuela hace crecer el porcentaje de terminalidad y aprendizaje de mayor calidad a niños en una posición de desventaja. Re direccionar los recursos o engrosarlos redituará, desde la Escuela Estatal, con la compensación y corrección de desigualdades.

¿Entonces, se necesita invertir más en Educación? Absolutamente sí. Mayor inversión para obtener mejores resultados acompañada de controles exhaustivos con transparencia de incentivos que posibiliten que todos los actores del sistema educativo pongan su mayor empeño y ánimo para que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para la vida durante sus trayectos educativos, en su máximo potencial y en momentos de cambios vertiginosos. La devolución debe ser en calidad y equidad de los aprendizajes.

Es por ello de suma importancia conocer el presupuesto y la situación actual como punto de partida, en un momento de grandes desafíos y también de grandes urgencias y así diferentes actores de la sociedad puedan estudiarlo, analizarlo, debatirlo para que sea parte de un proceso gradual en el tiempo en el que se presenten sucesivas modificaciones para alcanzar óptimos resultados. La inversión debe destinarse a todos los niveles educativos, quizás con foco de la enseñanza inicial, para el desarrollo desde los primeros años de vida, disminuyendo, así, la brecha en la enseñanza en los primeros años de la obligatoriedad. Por último, invertir en las habilidades socioemocionales, digitales, de Ciencias y Matemática, que representan las habilidades del siglo XXI, siendo cada vez más importantes para formar a los futuros ciudadanos de estos tiempos.

Se deben superar los problemas de aprendizaje de calidad y no enmascarar temas de igualdad justificando las diferencias, los fracasos, la promoción y el abandono escolar basado en la igualdad de oportunidades, dándole valor a la excelencia educativa.

Fuente: Mejor Inversión para Mejores Resultados Educativos,  Emiliana Vegas , 2019.

(*) Docente, exsecretaria de Educación


Fuente: Nuevo Mundo, edición 789 del 11 de septiembre de 2023