La Escuela Pública

Por María Eugenia Gutiérrez (*)

“La Educación pública es el sistema educacional nacional gestionado y financiado por el Estado, con el objetivo de garantizar acceso a la educación a toda la población sin discriminación alguna, con el propósito de materializar el proyecto país a través de la formación de las futuras generaciones”, según la definición que aparece en primer lugar al buscar en Internet.

Pero no resulta fácil definirla ya que hay varias corrientes de opinión que asocian a la escuela abierta a la ciudadanía sin distinción de credos, fortuna o etnia, y también sus modificaciones de concepto a través de los tiempos. Cuando hablamos de escuela pública y nos referimos a escuelas de gestión estatal son las que sostiene económicamente el Estado.

No hay duda que los chicos pueden aprender mucho de lo que necesitan para su desarrollo en la vida y en la sociedad fuera de la escuela, pero este aprendizaje forma parte del saber popular, el cual es muy valioso, pero a la vez insuficiente para que puedan, entre otras cosas, producir y crear a partir del saber elaborado construido por saberes científicos.

Es la Escuela Pública la que corresponde a un modelo educativo con fuertes ideales, como el democrático de “escuela para todos”, los de libertad, igualdad, fraternidad, vasta diversidad, dirigidos hacia el bien común. Es la que tiene como referencia principal la Declaración de los Derechos Humanos, universalidad educativa, la convivencia, la cohesión social y la paz en las sociedades humanas.

Son características de la Escuela Pública ser: inclusiva, no segregadora ni excluyente, reconoce que la diversidad es un valor y combate la desigualdad social; plural ideológica y culturalmente, un espacio laico y aconfesional; democrática, es decir que, su titularidad, su gestión y todos los criterios que organizan los objetivos y las actividades han de ser públicos, con autonomía pedagógica y de gestión, posibilitando la participación y la responsabilidad; investigadora y crítica, promoviendo la evaluación interna como herramienta de reflexión y análisis y aceptando la evaluación externa como un proceso  para la mejora educativa; abierta al entorno considerándolomateria de estudio y aprendizaje, con voluntad de mejora, de renovación constante, con formación permanente del profesorado y de las familias por separado y conjuntamente; con un cuerpo único de docentes, que favorezca la cohesión pedagógica del mismo y la coordinación entre las diferentes etapas educativas,  manteniendo una actitud de rebeldía frente a las injusticias y de reivindicación permanente de las mejoras para garantizar una enseñanza de calidad.

La defensa de lo público es de mucho valor ético y moral, ya que implica la voluntad de convivencia desde el respeto por las diferencias y la igualdad de los derechos humanos para todas las personas. Es dejar sin dudas que lo público referencia los intereses colectivos y comunes de las personas. Por todo lo dicho, las escuelas públicas son deber prioritario de los estados, los que deben garantizar los recursos y medios necesarios para que toda la población reciba una educación de calidad y gratuita durante toda la vida.

Fuentes: Escuela Pública, Martina Paredes, 2020; Lledó, 1994.

(*) Docente, exsecretaria de Educación

Fuente: Nuevo Mundo, edición 760 del 31 de julio de 2023