El caso del policía que acribilló a balazos al chofer pone en la picota la formación policial

Ahora en el Gobierno provincial buscan que la preparación de los uniformados se haga en la Escuela de Policía.

Por el caso que ocasionó conmoción del policía, Ricardo Rodríguez Garay, que acribilló a balazos a un camionero riojano en Valle Fértil, Federico Gastón Orihuela, ahora en el Gobierno provincial evalúan retomar la formación de los uniformados y que después la capacitación la hagan en la Universidad Católica de Cuyo. Ya venían trabajando en el convenio con la casa de estudios, según dijo el secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, pero ahora, tras el presunto caso de “gatillo fácil”, van a avanzar con los cambios.

“La formación la tenemos que dar nosotros”, dijo Sánchez, con referencia a la Escuela de Policía “y no una universidad. No es porque sea negativo. Yo entiendo que las universidades son casas de estudios, pero no de formadores de ciudadanos o de profesionales. A los policías hay que formarlos antes de que ingresen a la universidad, pero no en el primer momento”., sostuvo.

Desde el 2012, durante la anterior gestión del Gobierno provincial, la Católica está a cargo de la formación y capacitación de los policías y de los agentes penitenciarios, pero ahora a eso lo quieren cambiar, y el detonante para apurar las modificaciones ha sido el caso de Valle Fértil.

“Hay que trabajar en el control de la emoción, en no perder la cabeza, el arma se debe sacar siguiendo un protocolo”, dijo Sánchez, y en eso quieren trabajar para la formación de los nuevos uniformados.

Sobre este caso en particular analizó que se “debieron hacer disparos disuasivos. Me parece que el policía actuó en un estado de obnubilación, como que no estaba en sus cabales”, aunque reconoció que hay que ser respetuosos de la Justicia porque hay un proceso judicial en marcha.

Sobre la formación actual opinó que “me parece que se están formando buenos procuradores, personas para actuar en temas judiciales, pero están careciendo de la formación básica, por ejemplo el control de las emociones”.

“El arma es nada más la representación de la fuerza pública. No es para abusar sin saber”, agregó.

El hecho

El oficial de policía Ricardo Rodríguez Garay está sospechado de haber tenido participación en un caso de “gatillo fácil”, porque el viernes por la noche, luego de perseguir a un camión marca Mercedes Benz modelo 1518, dominio RMT840, que era conducido por Orihuela en la ciudad de San Agustín, y luego de que éste se diera a la fuga, comenzó una persecución dónde se sumaron diversos móviles.

En uno de ellos, se encontraban 3 agentes, un chofer, una acompañante en el asiento trasero y el oficial Rodríguez, ubicado en el asiento delantero de acompañante. Luego de realizar un disparo de advertencia con arma larga AT, y de que el camión continuara la fuga, abrió fuego con su arma reglamentaria vaciando el cargador. Luego usó el arma del chofer, ordenó a este que rebasara el camión e igualmente realizó múltiples disparos en el lateral y frente del vehículo donde conducía la víctima.

Se pudieron contar al menos 16 disparos en el vehículo (de los cuales 9 impactaron en la zona de la cabina). La víctima recibió al menos 5 disparos en su torso y piernas, perdió el dominio del vehículo de mayor porte y cayó a un costado de la banquina, impactando contra un Gol blanco, con cuatro pasajeros que no sufrieron lesiones.El chofer, que resultó muerto, estaba desarmado y no llevaba droga, echando por tierra una versión que había corrido posterior al crimen.

Tras prestar declaración el lunes ante la jueza de Garantías Flavia Allende, donde dio su versión de cómo fueron los hechos, la magistrada dictaminó la prisión preventiva para el policía y lo mandó al Penal de Chimbas, donde permanece alojado.