Digesto Educativo como acción de la gestión estratégica

Por María Eugenia Gutiérrez (*) –

Las Transformaciones educativas o los cambios ameritan la elaboración de nuevas normativas que los reglamenten y les den el sustento legal que los regulen. La legislación educativa es una disciplina que comprende las normas establecidas en la educación, como las leyes y decretos nacionales, las decisiones emanadas de la administración incluyendo las resoluciones ministeriales y de Secretarías establecidas para organizar la labor educativa.

Otro punto interesante y que reclama debate es el de afirmar que el cambio educativo se puede regular, que basta con generar una buena norma y una legislación que incluya el modelo de escuela que queremos promover, pero sabemos que el cambio no se puede imponer, y que nunca va a venir desde lo normativo. El impulso puede provenir de la norma, pero los cambios deben ser “compartidos en su definición y colaborativo en su construcción” y están asociados a las mejoras, a las condiciones del territorio, de las familias, de los estudiantes, entre otras cosas. La escuela se cambia desde dentro si se crean buenas condiciones desde fuera. De hecho, no se pueden pensar en cambios educativos de manera imprecisa, deben estar acompañados por la legislación correspondiente y es necesario conectar lo que sucede en las escuelas y en el contexto con la legislación.

Ahora bien, nos preguntamos cuántas personas vinculadas al mundo de la Educación, docentes, alumnos, personas vinculados de algún modo con la educación, conocen la legislación vigente y seguramente nos encontramos que un alto porcentaje está en desconocimiento, quizás la razón es la rapidez con la que cambia o se actualiza la labor docente, la organización en el aula, la organización curricular, la ampliación de contenidos o la priorización de los mismos y esto nos lleva a la reflexión en cuanto a la necesidad de contar con un digesto educativo actualizado. Nos referimos a un cuerpo, modificado, ordenado, simplificado y actualizado de normas que rigen al Sistema Educativo Provincial, lo que representaría una forma más ágil, dinámica y acertada de conocer las diferentes normativas.

Existe un principio general del derecho que postula que la ley se presume conocida y vigente a partir de su publicación en el Boletín Oficial. En este sentido el desconocimiento señalado instala un espacio de confusión que gira en torno a una serie de supuestos que impiden un análisis valedero, así se termina perjudicando a quienes se debiera amparar. Abrimos el debate para cuestionar, no los cambios que apuntan seguramente a la mejora, sino el ordenamiento y la agilidad para que haya mayor conocimiento y posibilidad de aplicación en la realidad, como resultado de una sucesión de políticas educativas apuntando a su consolidación.

Temáticas actuales y enfoques claves para adaptar el sistema educativo al contexto actual, como, derechos de la infancia, igualdad de género, importancia de la Educación para el desarrollo sostenible, cambios digitales, recuperación de la igualdad y equidad y capacidad inclusiva del Sistema Educativo, mejoramiento de los resultados en los aprendizajes, acreditación de los títulos y experiencia laboral, régimen de Evaluación, entre otras, son cambios que han requerido sus leyes, decretos, resoluciones o disposiciones.

Plantear la elaboración de un Digesto Educativo formaría parte de una acción de gestión estratégica, para un mejor conocimiento de la normativa existente, constituyéndose en una acción de vital importancia.


(*) Docente, exsecretaria de Educación


Fuente: Nuevo Mundo, edición 799 del 25 de septiembre de 2023