Gustavo Fernández: El candidato que levanta la bandera de “los Fernández buenos”

Se trata del presidente de Dignidad Ciudadana que peleará la Capital. “Hay demanda de nuevos actores en política y nosotros podemos representarla”, afirmó en DE SOBREMESA.

Empiezan a verse las estrategias de campaña de los candidatos para los distintos cargos que se votarán el próximo 14 de mayo y cada uno busca los caminos que considera más creativos para causar impacto.

En el caso del candidato a Intendente de la Capital Gustavo Fernández la elección fue jugar con su apellido, diferenciarlo de los Fernández que ya están en el poder como el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández, y poniéndose del lado de “los Fernández buenos”.

El actual presidente de Dignidad Ciudadana competirá por su partido dentro de la Agrupación que encabeza Marcelo Orrego como candidato a gobernador y en DE SOBREMESA, afirmó que “hay una necesidad de poner en valor un apellido que es el más abundante y la mayoría son buenos”.

El también miembro de la Unión Industrial de San Juan expresó que “dice una cita bíblica: ‘por los resultados los conoceréis’ y cada uno habla con su CV, con sus experiencias, con sus relaciones. Yo tengo una vida dedicada a la actividad privada, a la actividad empresarial, en el mundo pyme, en círculos profesionales. Tengo una trayectoria en clubes deportivos y otros ámbitos sociales y puedo caminar tranquilo por la calle, me puedo acostar a dormir sin ningún peso en la conciencia y quienes me conocen son los que pueden dar el mejor testimonio”.

En el mismo sentido Fernández consideró que “venimos desarrollando un trabajo territorial y político en Capital que tiene que ver con ofrecer una propuesta nueva al capitalino que es un votante exigente. Hay una demanda de nuevos actores en política y creemos que podemos representar a esa demanda y sobre todo porque venimos con la experiencia de haber estado del otro lado. Del lado de los que estamos cansados de los impuestos, cansados que el Estado sea una máquina de impedir, cansado que las prioridades no sean las de los ciudadanos. Todo con un grado de moderación y sin irnos a los extremos que tampoco es bueno”.

Consultado por la situación de la economía en general, el industrial señaló que “la actividad económica en Argentina está, en general, en un franco deterioro más allá de algunos veranitos. La realidad es que si uno mira la tendencia de Argentina hay puntos negativos. La industria tuvo un 2022 que confirmó una recuperación después de la pandemia, pero quedó ahí, no se transformó en un crecimiento sostenido y los problemas por la falta de divisas para importar insumos hace que muchos aparatos productivos estén trabados y cuando consiguen insumos lo hacen a precios mucho más elevado que en cualquier otra parte lo que retroalimenta este flagelo de la inflación”.

“El sistema financiero en Argentina está montado para prestarle al Estado, en cualquier país serio el sistema financiero trabaja con el Estado, pero fundamentalmente lo hace con el sector privado. En Argentina el sector privado participa mínimamente en la asistencia de crédito que otorga el sistema financiero argentino, entonces es lógico que el sistema financiero proteja sus intereses, el sistema financiero es socio del Estado en todo este descalabro y es el que viene sosteniendo este respirador artificial con el que está la economía argentina y no se puede vivir de manera permanente con respirador”, expresó el empresario y también candidato a intendente por Capital.

Fernández explicó que durante el gobierno de Mauricio Macri “se tomó la decisión de reducir el déficit con un gradualismo que tuvo serios inconvenientes, que implicaba que parte del déficit se cubriera tomando deuda en lugar de emitir pensando que bajaría la inflación y evidentemente no salieron bien las cosas porque si no Macri hubiera sido reelecto”.

Sin embargo, también criticó la posición del gobierno actual al decir “que no tomemos deuda en el exterior no significa que no se esté tomando deuda, se lo está haciendo de la peor manera: a corto plazo y con altos intereses que es una bomba de tiempo para cualquiera que gobierne desde el 2024”.

“Las decisiones debieron haberse tomado con una orientación distinta, desde lo ideológico, al camino que tomó este gobierno, se debe ir a la razonabilidad, reconocer los problemas, no pensar que la inflación es un problema de percepción, sino que tiene que ver con el gasto público. Desaprovechamos los tiempos de pandemia donde todos estaban dispuestos a convalidar situaciones de déficit y no aprovechamos esa oportunidad para eliminar el cepo, para eliminar las distorsiones en el sistema cambiario. El problema de la Argentina es que, en lugar de alentar las exportaciones, las desalentamos con impuestos, con retenciones, lo que no se puede cambiar de un día para otro”, sostuvo Fernández.