Industria sin chimenea, que aún no despega

Por Marcelo Delgado (*) –

El turismo, es una actividad económica, que en el mundo no para de crecer. Nuevos destinos, una gran diversidad de públicos, que viajan por motivos recreativos, religioso, científico, quinceañeras, egresados, jubilados, solas y solos, destinos exóticos, lúdico, deportivo, en dos ruedas, 4 x 4, eco sostenible; entre los muchos motivos por los que, la gente está dispuesta a ahorrar e invertir.

La ONU Turismo (Ex Asociación Mundial de Turismo), informa que la actividad tiene un crecimiento sostenido, solo afectado por la pandemia, pero que en 2.023, recuperó los niveles previos, y que se proyectan una gran impulso para el presente año. La Actividad emplea en forma directa a más de 300 millones de personas, el movimiento financiero, supera los 1.3 billones de dólares. En Argentina, impulsados por el “previaje”, mantuvo altos niveles de actividad. En 2.024, sin mayores incentivos, se mantuvo el flujo de viajeros. En Semana Santa, también, se registraron buenos números, aunque con menor nivel de gastos (salidas más gasoleras).

En Argentina, el turismo aporta el 7.6% del PBI, y 6.000 millones de dólares al año (es cuarto sector exportador), y genera 1 millón de puestos de trabajo.

Es un sector, que moviliza el empleo directo, que impulsa otras cadenas de valor como la gastronomía, recreación, comercio, transporte, artesanos, servicios de calidad de vida, entre otros.

En nuestra región de cuyo, tenemos algunos ejemplos que son dignos de observar. La Provincia de Mendoza, logró reconvertir su oferta de atractivos de invierno, y se transformó en una gran opción, en cualquier época del año. No solo por la hotelería, las cabañas y variedad de alojamientos, supieron generar atractivos, para que la gente no solo se quede con ganas de más, sino que vuelva, y lo promocione con sus amigos. Desde la ruta del vino, los paseos en la ciudad, la oferta gastronómica, actividades de montaña, y variadas opciones nocturnas. El sur de la provincia, se consolidó como opciones de relax, descanso y calidad de vida. San Luis, impulsada por su cercanía a Córdoba, desarrolló Potrero de Garay Merlo, pero en la actualidad, dispone de más de 20 destinos, con una interesante variedad de actividades, como cabalgatas, avistaje de aves, paseos nocturnos, gastronomía típica, múltiples carreras de aventuras, entre muchas otras.

En San Juan, la actividad en los últimos años, tuvo un fuerte impulso de la gestión de gobierno, con actividades deportivas, eventos de profesionales y empresariales, artísticas y culturales. Pero el sector, no supo, o no quiso, o finalmente se conformó con que el gobierno definiera la agenda y sus destinos; y salvo poquísimas excepciones, la infraestructura, los servicios, la coordinación de actividades; han brillado por su ausencia.

Tampoco se aprovechan las tecnologías, para conectar y seducir a los viajeros.

Finalmente, muy poco de promoción, publicidad y marketing directo; gestiona el sector.

Teniendo en cuenta los beneficios que reporta ¿podremos impulsar un nuevo desarrollo de la actividad”?

(*) Abogado, economista


Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 899 del 4 de abril de 2024