• 21/03/2023
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Los que pagan las crisis

Los que pagan las crisis


Por Juan Carlos Bataller Plana

La triste noticia económica del martes pasado fue que la reconocida empresa de marcadores de origen alemán Edding decidió irse del país y le vendió la filial argentina por US$1 a la importadora Parallel que representa, posiciona y distribuye marcas como Philips, Stanley, Unilever y Chicco.
Fue el mismo día que se anunció los índices de inflación que superaron los tres dígitos, 102,5%.
Esta empresa originada en 1960 en Alemania, había llegado a San Juan en 2004. Edding llegó a tener una fábrica en Avenida Ignacio de la Roza pasando Meglioli. Ahí se fabricaban productos de escritura, marcación y comunicación visual.

La fábrica había incrementado su producción en 2007, en un contexto de crecimiento del mercado interno-
Llegó a contar en su momento con más de 60 trabajadores y a producir más de 40 millones de marcadores al año y 240.000 unidades de pizarras.
Fabricaba productos de marcación para las marcas Edding y Avant, y pizarras TopBoard.

En mayo de 2019, le quedaban 18 empleados en la provincia, la fábrica funcionaba al 25% y decidieron cerrar.
Según el comunicado que publicó Edding, el precio de US$1 fue “simbólico” y se sumó a una remuneración por activos circulantes valiosos (inventarios y cuentas por cobrar de clientes) que no dieron a conocer.

Más allá de esto y de algunas indemnizaciones por despidos, dijeron que la venta tiene un “efecto positivo” en los activos netos, la situación financiera y los resultados de las operaciones del grupo en comparación con el escenario de negocio en marcha.

Lo que no dice el comunicado es que la empresa alemana dejó de creer en el país, se cansó de esperar el ansiado crecimiento, y prefirió una retirada ordenada.
Es como el que tiene varias manos malas en un juego de apuestas. Si lo piensa fríamente, se retira con las pérdidas del momento, pero deja de apostar ante esa mala racha.
Posiblemente Edding siga vendiendo sus productos en Argentina. Ya no producidos en el país. Sus números a nivel mundial no se verán afectados.

Por eso en los discursos atrasados de un chauvinismo populista, que combaten las inversiones que puedan llegar, no les importa que se vayan estas empresas.
A los que sí les importa en San Juan es a los que podían seguir trabajando, a esas 60 personas que podrían tener un empleo directo más todo lo que significa a nivel proveedores.

Fuente: Publicado en La Pericana, edición 339 del 18 de marzo de 2023


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