• 11/05/2023
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De izquierda a derecha y viceversa

De izquierda a derecha y viceversa


El primer ministro socialista, António Costa


Por Mariano Eiben

El año pasado Portugal, un país que suele pasar desapercibido en cuanto a noticias impactantes o grandes acontecimientos, vivió unas elecciones especiales.

El socialista António Costa triunfó con una mayoría absoluta que se podía considerar histórica en una nación poco acostumbrada a victorias aplastantes de un mismo partido. Era la segunda vez que el socialismo lograba superar los 116 escaños, la barrera de la mayoría absoluta en una Cámara de 230 sillas. La anterior vez ocurrió en el 2005, bajo el liderazgo de José Sócrates, un personaje oscuro para el socialismo luso que está pendiente de ser juzgado por varios delitos de corrupción durante su mandato.

A pesar de estar en veredas opuestas en lo ideológico y lo político, siempre hubo complicidad entre el presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro socialista, António Costa; pero hoy, esa relación está viviendo sus horas más complicadas. Parece casi un espejismo la etapa en la que el respaldo de Rebelo de Sousa dotó de solidez al primer Gobierno de Costa, que nació en 2015 luego de una moción de censura apoyada por el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugués. Algo pocas veces visto en un ambiente donde la rivalidad y el hambre de poder distancian más de lo que acercan: El presidente de la República antepuso la estabilidad institucional del país sobre sus preferencias partidistas.

Ese modelo de convivencia duró siete años, pero desde que Costa conquistó la mencionada mayoría absoluta y formó su tercer gobierno, las rispideces se han hecho notar. El país lleva una prolongada crisis política que incluye 13 renuncias de altos cargos del gobierno en poco más de un año. La imagen del oficialismo también se ha deteriorado por nombramientos de políticos acusados de corrupción en cargos de peso e incumplimiento de promesas de campaña; contra esto, el gobierno se defiende con datos macroeconómicos favorables y el éxito de su «revolución verde» para luchar contra la crisis climática. Se ha rumoreado también sobre un posible adelantamiento de elecciones, pero eso se ha descartado completamente.

El choque más grave entre Costa y Rebelo de Sousa lo ha causado la continuidad del ministro de Infraestructura, João Galamba, tras un turbio episodio en su ministerio que incluyó el robo temporal de una computadora con información clasificada, la intervención de espías en la recuperación y el enfrentamiento físico entre asesores del ministro. Costa se defendió aduciendo que nadie puede formarle su propio gabinete.

A día de hoy, la sociedad portuguesa está padeciendo graves dificultades económicas y sociales, encabezadas por el precio de la vivienda y la inflación alimentaria, que este año se han disparado. Estos desencuentros entre los principales partidos han favorecido las expectativas electorales Chega, partido de ultraderecha y tercera fuerza política en Portugal.

Chega fue fundado en el 2019 por André Ventura, un reconocido comentarista deportivo del equipo de fútbol Benfica. A través de su fama, Ventura ha logrado captar la atención de gran parte del electorado y se mantiene a la expectativa para llenar el espacio que los principales partidos, ocupados en sus propias peleas, han dejado libre.

Fuente: Nuevo Mundo, edición 706 del 10 de mayo de 2023



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