Tras la devaluación, analizan aumentos en tarifas, combustibles y canasta básica

Las decisiones sobre el rumbo económico tienen lugar tras las PASO del domingo

Luego del resultado de las elecciones del domingo pasado, en el Gobierno nacional tienen previsto tomar una serie de medidas que incluyen aumentos de tarifas, combustibles y de los artículos que forman parte de la canasta básica de alimentos, Así, por ejemplo, está previsto comenzar las negociaciones con empresas participantes de Precios Justos.

Es que, a pesar del 22% de la devaluación del tipo de cambio oficial, en Economía estiman que el traspaso a precios debe ser inferior. Y es por eso que negocian con el FMI obtener más fondos que los U$S 7.500 millones.  

Según consigna el diario Ámbito Financiero, el Ministerio de Economía comenzará a realizar negociaciones con las empresas dentro del Programa de Precios Justos planteando incentivos que apuntarán a contener el impacto de la devaluación.

Asimismo, trascendió que el equipo de Sergio Massa está gestionando ante el Fondo Monetario Internacional un apoyo adicional a los 7.500 millones de dólares, que el organismo desembolsaría el próximo 23 de agosto.

Las negociaciones en materia de precios también comprenderán a las compañías petroleras para fijar los nuevos incrementos de precios de los combustibles, dijeron fuentes oficiales. Y se analizara el esquema tarifario para que no se produzcan desfasajes.

Por otra parte, en la conducción económica se confía en que este esquema cambiario, con el anticipo de la devaluación contribuya a fortalecer la liquidación de divisas. En lo inmediato, el lunes el BCRA compró 220 millones de dólares para recomponer reservas.

Según el análisis de ämbito, las autoridades también prevén que mejore la situación fiscal. Al respecto consideran que ya pasó el peor momento para las arcas del Tesoro, cuando se produjo la caída en los ingresos en las retenciones a las exportaciones derivada de la sequía.

Frente a este complejo panorama, la conducción económica ya adoptó dos medidas importantes. Por un lado, dispuso un aumento del tipo de cambio oficial de 22% (pasó de $287 a $350), buscando mantenerlo fijo hasta octubre.

Por otro, decidió elevar en 21 puntos porcentuales la tasa de política monetaria a los efectos de retener depósitos en pesos. De esta forma, la tasa nominal de las LELIQ a 28 días pasó de 97% a 118% (209% de tasa efectiva anual).