Pensemos en una escuela en transición

Por María Eugenia Gutiérrez (*).

En la época que estamos atravesando resulta muy oportuno pensar en la necesidad de llevar a cabo una planificación que permita concretar un proceso de transición en la Educación. La Escuela como cualquier organización debe pensarse dentro de contextos de cambios ocasionales por la dinámica socio-cultural, cambio de estructura y objetivos que deben redireccionar su comportamiento y sus componentes. Nos referimos a la relación de la escuela con la sociedad, los cambios de los valores en las conductas, la realidad política y económica que afectan al país, la pobreza y el desempleo que inciden directamente en la disposición de los alumnos para integrarse y aprender, sin dejar de poner el foco en lo referente a la preparación para la vida del trabajo, marcada por cambios profundos de perfiles con alto niveles de competencias. La presencia de cambios tecnológicos y científicos, también hacen necesaria una reconversión profesional.

A lo antes dicho debemos sumar la crisis de calidad educativa y su problemática con los resultados de las evaluaciones, asegurando la alfabetización, ya que según las estadísticas publicadas más del 46% de los alumnos de 3º grado no comprende lo que lee y otro porcentaje importante hoy en día no está escolarizado. Esto nos señala la necesidad de revisar con profundidad la concepción de escuela y su función.

Es preciso trabajar en la igualdad de oportunidades para todos los niños y jóvenes y en la mayoría de los casos implica igual educación con prestación gratuita, independientemente de las distancias entre el hogar y la escuela, transporte, becas, comedores, textos, material escolar, conectividad, entre otras cosas.

Otro punto a considerar es el incremento de las horas de clases, ya que la extensión de la escolaridad amplía las posibilidades de desarrollo de las capacidades de los estudiantes que va de la mano con las necesidades de la demanda social. También hablamos de ofertas educativas alternativas con atención en las diferencias de aprendizaje y la adecuación de la Educación a las diversas características, es a veces utópico en el tratamiento diferencial.

Incorporar algunas propuestas de desarrollo intelectual al paradigma de la escuela tradicional, que ponen la mirada en las relaciones sociales, el respeto, responsabilidades como ciudadano, las libertades, los problemas sociales, los nuevos formatos de familia, el cuidado del ambiente, los conflictos, y otros temas que emergen de la sociedad que poseen gran relevancia para ser tratados.

También deberíamos hacer referencia a la organización Institucional y más profundamente a la Formación Docente, que seguiremos tratando en posteriores escritos.

Todo lo expuesto y mucho más podrá desarrollarse de manera exitosa con planificaciones a mediano y largo plazo con continuidad y compromiso en las políticas educativas asumidas, en un país que tiene todos los recursos para reconstruir la Educación.

“La escuela está lejos de lo que soñamos, pero nuestra postura y ocupación deben ser siempre optimistas”.

Fuente: La escuela en transición. Arturo de la Orden. 2022

(*) Docente, exsecretaria de Educación

Fuente: Nuevo Mundo, edición 709 del 15 de mayo de 2023