Temas fundamentales en las paritarias docentes

Por María Eugenia Gutiérrez (*) –

Seguramente uno de los puntos principales en las reuniones paritarias será el salario para un comienzo y transcurso de las clases sin conflictos, confiando en acuerdos que lo faciliten. Comenzando a ver una solución posible, estamos atentos a que las conversaciones se delineen en función de los objetivos educativos del país, y partiendo de la Información estadística en Educación, se re-direccionen estrategias que pongan fin a los datos que arrojan que sólo 13 de cada 100 estudiantes de nivel medio completan el secundario en tiempo y forma, lo que amerita un trabajo con acciones concretas en este nivel, ya que debe ser el Nivel que le da herramientas a los estudiantes para su integración al mercado laboral y a la promoción a estudios superiores, con mayores niveles de retención y obviamente de aprendizajes.

Hemos escrito mucho sobre el tema, y confiamos en que una vez allanado el conflicto salarial, se puedan discutir acuerdos que desentramen los desafíos para la Educación en estos próximos años, construyendo consensos que tengan el foco en:

Reducir las desigualdades educativas, ya que el 40% de los estudiantes que llegan al final de la secundaria están en situación de pobreza. El nivel socioeconómico de las familias tiene una fuerte incidencia.

Mejorar las trayectorias educativas, porque solo el 16% de los estudiantes que comienzan primer grado llegan al final del secundario en el tiempo esperado y con los conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática.

Fortalecer los aprendizajes de los estudiantes por la caída en el desempeño en Lengua y Matemática en los Operativos Aprender. Es clave aprovecharlos para diseñar políticas y estrategias pedagógicas de mejora.

Ampliar el acceso al nivel inicial ha crecido en los últimos años, pero aún falta avanzar en sala de 4 y, especialmente, en sala de 3. En Argentina la sala de 5 es obligatoria desde 1993 y la sala de 4, desde 2014. Si bien la sala de 3 no es obligatoria, la ley establece que los gobiernos deben garantizar su universalización.

Jerarquizar la profesión docente, con mejoras posibles en los salarios, capacitación y concursos.

Sostener el financiamiento, ya que no solo se requiere la asignación de los recursos necesarios, sino también una ejecución eficiente. Según la Ley de Educación Nacional, deberíamos invertir el 6% del PBI en educación.

Garantizar el calendario escolar que durante 2022 todas las provincias planificaron en al menos 180 días de clase.

Consolidar el Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE) creado en 2012, que constituye una herramienta clave para la gestión educativa y para el trabajo pedagógico, que facilitaría un mejor seguimiento de las trayectorias educativas de cada estudiante.

Habilitar espacios de participación para las familias, concretando mayor escucha y apertura de espacios de participación de las familias.

Transformación digital, Generar interés por los aprendizajes en los adolescentes, Reinventar el aula, entre otros.

Seguro encontramos más desafíos y debemos comprender que la estabilidad es clave para tener muy claro dónde invertir y qué problemáticas necesitan de soluciones impostergables.

Fuente: BID, Mejorando vidas, Mercedes Mateo, 2022


(*) Docente, exsecretaria de Educación


Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 884 del 11 de marzo de 2024