- 13/03/2025
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“Arancel”, la palabra de moda

Parece el nombre de un personaje de cuento de hadas, o la denominación de una ciudad mágica, pero la realidad está lejos y está causando más de un dolor de cabeza a este lado del Atlántico.
La Unión Europea ha respondido a la entrada en vigor de los aranceles estadounidenses del 25% sobre el acero y el aluminio europeos con gravámenes compensatorios a los productos de EE.UU por un valor de hasta 26.000 millones de euros.
“Lamentamos la decisión de Estados Unidos de imponer tales aranceles, por considerarlos injustificados, perturbadores del comercio transatlántico y perjudiciales para las empresas y los consumidores”, indicó en un comunicado la Comisión Europea presidida por Úrsula von der Leyen.
El Ejecutivo comunitario sostiene que su respuesta ha sido «calibrada cuidadosamente» y se basa en un planteamiento en dos fases: empezarán el 1 de abril y entrarán plenamente en vigor el 13 de ese mes, aunque mientras tanto seguirán «abiertos a una negociación».
En primer lugar, la Comisión permitirá que la suspensión de las contramedidas vigentes de 2018 y 2020 contra EE. UU. expiren el próximo 1 de abril. Estas contramedidas van dirigidas a productos estadounidenses que responden al perjuicio económico causado a exportaciones de acero y aluminio de la UE por valor de 8.000 millones de euros. En segundo lugar, la Comisión propone un paquete de nuevas contramedidas sobre las exportaciones estadounidenses que está previsto que entren en vigor a mediados de abril, previa consulta a los Estados miembros y partes interesadas. Fuera del ámbito económico, la intención del bloque es seguir dispuesta a colaborar con la administración estadounidense para encontrar una solución, y recordó que las medidas «pueden anularse en cualquier momento en caso de que se encuentre dicha solución».
«Las relaciones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos son las mayores del mundo. Han aportado prosperidad y seguridad a millones de personas, y el comercio ha creado millones de puestos de trabajo a ambos lados del Atlántico», ha recordado von der Leyen, quien lamentó una vez más y «profundamente» la medida estadounidense. Ha advertido que los aranceles «son impuestos, son malos para las empresas y aún peores para los consumidores, perturban las cadenas de suministro y traen incertidumbre para la economía. Están en juego puestos de trabajo. Los precios subirán. En Europa y en Estados Unidos».
Von der Leyen también ha recalcado que las contramedidas son «fuertes pero proporcionadas. Creemos que, en un mundo plagado de incertidumbres geopolíticas y económicas, no redunda en nuestro interés común cargar nuestras economías con aranceles». Respecto al acero, se verán afectados sobre todo Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam; mientras que hablamos de Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China, respecto al aluminio. Hasta ahora, el país más afectado por los nuevos aranceles es Canadá, un importante polo de importaciones de ambos metales.
Por su parte, Trump declaró que «la gran victoria no es el arancel, que supone mucho dinero; la gran victoria es que las empresas se muden a nuestro país». Desde su retorno, Trump ha apostado por esto para corregir lo que considera déficits comerciales injustos y, sobre todo, como medida de presión contra México, Canadá y China para reducir el flujo de fentanilo que entra por las fronteras norteamericanas.
Fuente: Publicado en Nuevo Mundo, edición 1109 del 12 de marzo de 2025