La historia de Nahuel Tejada, el juvenil chimbero convocado por Yllana en San Martín

Tiene 19 años. Ya debutó en la Primera Nacional y este sábado tendrá otra oportunidad. No fue criado por sus padres. Hoy vive con su abuela en el barrio Laprida. Y a su abuelo, ya fallecido, le dice «papá».

Por Pablo Zama

No conoció a su padre, su madre vive en Buenos Aires y fue criado por sus abuelos en una casa del barrio Laprida, en Chimbas. Su abuelo, Carlos Tejada, que murió hace seis años, fue quien lo llevó a la escuelita de fútbol de San Martín.

Se llama Nahuel Maico Tejada y el lunes 27 de marzo cumplirá 20 años. Ya debutó en la Primera Nacional y este sábado tendrá otra oportunidad: el entrenador Andrés Yllana lo convocó para enfrentar, como visitante, a Deportivo Morón desde las 21:15 (transmite DirecTV).

Además, el técnico hasta lo probó en una de las prácticas de la semana -según el periodista Crístofer Díaz-, por lo que tendría chances de jugar. El joven viajó el jueves en la noche junto al plantel verdinegro hacia Buenos Aires.

Entonces, para la quinta fecha del Torneo Campeones del Mundo son dos los sanjuaninos que subieron al colectivo, porque también fue el volante central Nicolás Pelaitay (30), que se ganó la titularidad en el equipo.

«Era su cumpleaños, era un premio para que festeje de la mejor manera», dijo el domingo 27 de marzo del año pasado el por entonces DT Raúl Antuña, que tuvo ese detalle y ayudó al juvenil chimbero a cumplir su sueño de debutar como profesional.

A los 43 minutos del segundo tiempo, cuando San Martín ya vencía 3-0 a Gimnasia de Jujuy en Concepción, el habilidoso volante ingresó para reemplazar a un ídolo de los hinchas, Sebastián Penco (39). «Quiero llegar lo más lejos que pueda, por mi papá», expresó el jugador, en referencia a su abuelo, que para él fue como un padre.

«Antes de jugar siempre le hablo a mi papá, le pido que me ayude en el partido. Yo me prometí llegar a primera y cuando falleció casi dejo el fútbol, pero seguí porque me lo pidió mi abuela», contó.

La primera vez que Tejada integró una convocatoria en el primer equipo del club de Concepción fue en otro viaje a Buenos Aires, para enfrentar a Almagro el domingo 9 de mayo de 2021, cuando el técnico era Paulo Ferrari. Pero quedó afuera del banco de suplentes.

«Estaba muy feliz. Cuando recibí el llamado (de Ferrari), le dije a mi abuela y nos largamos a llorar. Es un sueño», contó aquella vez. Más tarde, también con el mismo DT, el futbolista categoría 2003 fue convocado para un partido ante Independiente Rivadavia en Mendoza.

El «Payito», como lo apodan sus amigos en el barrio Laprida, firmó su primer contrato profesional cuando tenía 17 años. En aquel tiempo saltó de quinta división, y de jugar en la tierra suelta de las canchas chimberas, a formar parte del plantel de la Primera Nacional 2020.

Su abuelo Carlos lo llevó al club a los 8 años, porque vio que le «gustaba jugar al fútbol». El hombre, que fue arquero en partidos barriales junto a sus amigos de la villa Paula Albarracín de Sarmiento, se convirtió en un referente para el chico.

Hoy el joven vive con Sara Alicia Pérez, su abuela, su tía María Tejada (quien lo llevaba a entrenar en la moto) y su sobrino Uriel, un zurdo que dice que quiere ser como él.

Nahuel es diestro y juega libre, por delante del 5, y sólo es hincha de San Martín. Cuenta que le gusta meter pases entre líneas para asistir a sus compañeros, además de gambetear y pisar el balón. Con el tiempo aprendió a cuidarse de las patadas rivales y a «saltar con la pelota».

«En el barrio todos me felicitan y me dicen que siga igual, que no cambie». El joven que vive en una casa ubicada en Salta y Benavídez recibió su primera pelota cuando cumplió un año. Desde ahí no paró de jugar, hasta que ese juego se convirtió en su trabajo soñado.