- 21/04/2025
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Alegre imperfecto

Siempre me impongo infinitos requisitos para algún día hacer los dibujos que me imagino. Siempre falta algo, tiempo, lugar o cualquier utensilio. Iba pensando en esa forma de encarar el tema cuando, en un lugar cualquiera de una vereda cualquiera, estaba una chica sentada en el piso con sus piernas cruzadas y un destartalado cuaderno… que estaba lleno de lindos dibujos de adolescente actual. Me acerqué y miré lo que hacía y cambiamos tres palabras y cuatro sonrisas.
Fue suficiente como para seguir mi caminata con alegría, de ver lo espontáneo, la juventud positiva y, sobre todo, me acordaba del refrán que dice que cuando se quiere, se puede.
Noté que los almidones mentales que uno carga, muchas veces sin darse cuenta, nos atan a la formalidad, a lo instrumental. Esa palabra me remite a algún moreno golpeando dos botellas y una caja, y hace música. No es Beethoven, ni pretendió serlo nunca, pero alegra el aire y su gente. Y ahí sale la otra palabra,» pretensión». Si a lo estructurado le agregamos la pretensión de que lo que sea, salga conforme a normas, estamos mal.
Hoy abogo por que veamos y hagamos lo que lo queramos de manera espontánea, menos exigentes y a vivir con lo que se disponga. Y si no hay lo que corresponde para lograrlo, pues cambiar de pretensión y buscar lo posible, hoy, ahora.
No creo que vaya a estudiar seis años en claustros de música o pintura; pero sí puedo tocar un tambor o dibujar con un lapicito y a disfrutar hoy lo posible; lo perfecto…mañana.
Fuente: Publicado en La Pericana, edición 436 del 20 de abril de 2025