• 20/03/2023
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Padres de algodón, hijos de cristal y el riesgo de una crianza sin límites ni jerarquías

Padres de algodón, hijos de cristal y el riesgo de una crianza sin límites ni jerarquías

La sicopedagoga Analía De Los Ríos habló en DE SOBREMESA sobre este estilo de educación con padres y madres que no pueden sostener los límites y terminan resolviendo para complacer al hijo o hija. “Los recursos para revertir este modelo están dentro del hogar”, señaló De Los Ríos.

“No hace referencia a un rótulo ni a una entidad en si misma, sino que se trata de un recurso de lenguaje para mostrar metafóricamente cómo funciona esta relación entre padres e hijos”, la aclaración es puesta de antemano por la sicopedagoga Analía De Los Ríos que en DE SOBREMESA abrió el debate sobre un tipo de crianza que caracteriza a una generación de padres y madres que se ubica entre los 40 y 50 años aproximadamente y que trasciende incluso a la Argentina y se mira con preocupación en todo el mundo.

La profesional explicó que “la metáfora hace referencia al estilo de educar de muchos padres y madres que es inconsistente, como el algodón. Está relativamente claro lo que queremos que sea el niño o niña, pero no lo podemos sostener y este niño que vamos educando, que aparentemente evoluciona, que conoce mucho vocabulario, mucha tecnología, pero es sumamente frágil al momento de resistir, como el cristal”.

¿POR QUÉ DE ALGODÓN?

“Los padres son los que deben sostener, acompañar, orientar y lo deben hacer desde un lugar sólido donde el niño o niña puede volver a aprender a reforzarse, a aliviarse, a calmarse para volver a las zonas donde se puede poner a prueba su educación. Pero estos padres son blandos y cuando el niño vuelve, el padre resuelve y entonces el niño no aprendió nada”, señaló De Los Ríos.

Consultada sobre a quién compete esta educación o formación la profesional fue terminante: “La familia es la principal responsable de la educación, lo aprendido en la familia es puesto a prueba en todos los ámbitos. Si tomamos el ejemplo de la pandemia y podemos mostrarles a los chicos que la pandemia fue para el planeta y que yo también estoy afectada y que no busco otros responsables es una manera de ayudarlo a afrontar un mal resultado”.

“Siempre se vuelve al ámbito familiar. Mientras más sólido, mientras más consistente pueda ser la educación en el grupo familiar es como inmunizar al niño o niña para poder enfrentar las cosas, le estoy dando recursos”, agregó.

¿POR QUÉ DE CRISTAL?

Durante las últimas décadas niños y niñas están muy poco entrenados en sostener el esfuerzo, la voluntad, en tolerar la frustración y de nuevo, insiste De Los Ríos, “es responsabilidad de los adultos, no es solo decirle que no va a un viaje es darle permiso hasta las 3 cuando él quiere volver a las 5 y sostenerse en el límite.

“Hoy niños, niñas y adolescentes no están desarrollando resiliencia o capacidad de adaptación y esto se ve en el consultorio cuando se les plantea a los padres si su hijo o hija puede resolver las situaciones sin ellos y la respuesta es negativa. Hay que tener en cuenta que cambió la disponibilidad de tiempo, la estructura de la familia, pero, por ejemplo, una separación, aunque compleja no tiene por qué ser traumática. Podrá ser triste y dolorosa, pero es una resolución para mejorar la calidad de vida y no puede ser la causa para no poner límites. No quiere decir que sea traumática, hay que desdramatizar”, explicó y en la misma línea agregó que “la felicidad es un estado más permanente, la diversión es otra cosa y también se da la felicidad cuando estoy aburrido, cuando no tengo la cantidad de gente a mi alrededor”.

De Los Ríos indicó que ahora a los padres les da terror el berrinche del hijo y entonces se resuelve, pero si lo proyectamos a largo plazo podemos crear un futuro tirano, un sujeto que no entiende que alrededor hay otras personas. Por eso se trata de poner límites claros, firmes y flexibles cuando sean necesarios para que la tiranía no aparezca como un estilo relacional.

¿CÓMO REVERTIMOS LA METÁFORA?

“Los recursos están dentro de nosotros mismos y en el hogar, sea el tipo de familia que sea y siempre en función de la edad, acompañarlo y ponerlo en la situación de poder esperar, de experimentar el aburrimiento, la dilatación del placer, que pueda generar estrategias para planear” sugirió la profesional.

En este punto es importante señalar de acuerdo a lo expresado por De Los Ríos que:

-Lo ideal son padres con igual discurso que no se desautoricen entre sí.

-La familia no es una institución democrática, debe haber jerarquías. Puede haber mucho diálogo, mucha intimidad emocional entre un padre y un hijo, pero eso no implica una relación de pares

-Darles responsabilidades a los niños desde pequeños y acordes a su edad es un camino

-Si hay una disparidad entre lo que digo y lo que hago el niño tomará el lenguaje gestual. Si yo digo que no habrá celular y no hay desde lo gestual y muestro mi determinación no necesito estar controlando otro tipo de aspectos.

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