- 15/11/2024
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Mercado de alquileres en San Juan: precios descontrolados y familias al límite por la crisis
Los contratos superan la inflación, los aumentos son frecuentes y los inquilinos enfrentan costos insostenibles. La Asociación de Inquilinos alertó sobre el impacto en los salarios y la calidad de vida de los sanjuaninos.
La situación de los alquileres en San Juan atraviesa uno de sus momentos más complejos. Sin una normativa que regule los precios desde la derogación de la Ley de Alquileres, los contratos se transformaron en una verdadera lotería para los inquilinos, que enfrentan condiciones en desventaja y aumentos que, en muchos casos, se pactan cada dos o tres meses, muy por encima de la inflación.
“El mercado se volvió caótico. Sin un índice regulatorio, cada contrato es diferente y la mayoría establece valores que impactan fuertemente en nuestros salarios”, explica Víctor Bazán, presidente de la Asociación de Inquilinos de San Juan, en diálogo con CNN Radio San Juan FM 94.1.
Bazán describió cómo esta problemática afecta a los trabajadores, cuya capacidad de pago se ve deteriorada mes a mes. “Los aumentos ya no son cada seis meses, como antes, sino cada dos o tres meses. Esto no solo genera incertidumbre, sino que además amplifica la brecha entre el costo del alquiler y los ingresos de los inquilinos”, señala.
A esto se suman nuevas cargas en los contratos: “Ahora nos reintegraron los costos de impuestos como la renta municipal y el aumento de tarifas de servicios básicos, algo que antes estaba excluido. Esto agrava aún más la situación, porque el salario no alcanza”, puntualizó.
La realidad es preocupante. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en la medición del IPC en San Juan, el rubro de alquileres fue el que más subió. Para Bazán, esto responde a una lógica inflacionaria que golpea doblemente a los inquilinos: “El cálculo de los aumentos se hace siempre sobre el último valor pagado, no sobre el monto inicial del contrato. Es un círculo vicioso que termina dejando fuera del sistema a miles de familias”.
El impacto no solo se refleja en los números, sino también en las decisiones de los inquilinos. “Las consultas más frecuentes en la asociación son de personas que quieren rescindir su contrato, incluso después de solo seis o nueve meses de haberlo firmado. No pueden seguir afrontando aumentos explosivos”, relata Bazán.
Este escenario también generó un aumento en el endeudamiento familiar. Muchas familias recurren a préstamos o tarjetas de crédito para cubrir los costos de alquiler, lo que complica aún más su situación económica. “Los últimos 15 días del mes son los más difíciles para los inquilinos. El salario se va casi por completo en el alquiler, dejando poco margen para otros gastos esenciales”, agrega.
Más oferta, pero por motivos preocupantes
Aunque la oferta de alquileres mejoró, Bazán aclaró que esto no responde a una solución del problema: “La oferta creció porque muchas personas se ven obligadas a volver a vivir con sus padres o familiares, ya que no pueden pagar los alquileres. La necesidad habitacional sigue existiendo, pero los precios son inalcanzables para la mayoría”.
El presidente de la Asociación de Inquilinos también advirtió sobre las comisiones inmobiliarias y depósitos, que en muchos casos siguen cobrando, pese a que ya no están autorizados.